Sellado hermético: la característica más importante de un contenedor hermético para cocina es su capacidad para sellar de manera hermética los alimentos y líquidos que se almacenan en su interior. El sellado debe ser seguro y resistente a fugas, de esta manera se puede garantizar que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo y evitar que se contaminen con agentes externos.
Material de alta calidad: los contenedores herméticos para cocina deben estar fabricados con materiales de alta calidad, que sean seguros, resistentes y duraderos. Entre los materiales más comunes encontramos el vidrio templado, el acero inoxidable y el plástico libre de BPA.
Facilidad de limpieza: es importante que los contenedores herméticos sean fáciles de limpiar y mantener. Los contenedores de vidrio y acero inoxidable son fáciles de limpiar, mientras que los contenedores de plástico deben ser aptos para lavavajillas.
Capacidad de apilamiento: para ahorrar espacio, los contenedores herméticos deben poder apilarse fácilmente. Esto permite mantener la cocina ordenada y maximizar el espacio de almacenamiento.
Diseño funcional: los contenedores herméticos deben ser fáciles de abrir y cerrar, y su diseño debe permitir una fácil identificación del contenido. Además, los contenedores deben ser aptos para su uso en el microondas, el congelador y el horno, lo que los hace aún más versátiles en la cocina.